La obra de Nikolai Gogol versionada y dirigida por Miguel del Arco cuenta lo que sucede en un pueblo pequeño, cercano a la capital, con un alcalde y unos concejales igual de incompetentes y ladrones, que aprovechan cualquier oportunidad para robar al pueblo. Ante la noticia de que llega un inspector estatal, la diversión está servida cuando confunden a un joven recién llegado de la ciudad con dicho inspector y se vuelcan en hacer que se sienta de lujo llegando hasta el soborno.
Se ha respetado poco el
original de Gogol introduciendo numerosos guiños a la actualidad y sobre todo a
los indignados, incluso demasiados.
Aún así, es una comedia
muy divertida, con un trabajo muy medido y limpio, en la que el ritmo aumenta a
lo largo de la obra, y unos actores francamente buenos que además cantan y
bailan.
