Siete personas en una casa mientras el tiempo se va comiendo su libertad. Ésto es “La Gaviota” de Anton Chejov y ésta es la propuesta que nos trae Replika Teatro hasta el 4 de enero. La gaviota se convierte en un símbolo de los sueños de amor, de libertad y de vida de dos personas. “Soy una gaviota”, una gaviota muerta que sigue intentando alzar el vuelo.
La propuesta de Replika sí que ha alzado el vuelo con una puesta en escena muy buena a la vez que sencilla, que le añade simbolismo a la obra. Por lo demás se mantienen bastante fieles al original. Además de la puesta en escena tengo que destacar la interpretación de los actores y actrices Socorro Anadón, Beatriz Grimaldos, Manuel Tiedra y Alejandra Morón.Me hizo recordar el trabajo de “Tio Vania”, obra también de Chejov que hice en esta misma escuela de la mano del mismo director (Jaroslaw Bielski), y que tienen mucho en común; y es especialmente difícil alcanzar el punto justo a la interpretación. Se suele decir que hay una línea muy fina entre el drama y la farsa, si exageras tan solo un poquito la interpretación quedará grotesco y cómico, si por miedo a ello no alcanzas esa línea, no engañarás a nadie. En este trabajo esto se palpa especialmente y puedo decir que ellos han alcanzado esa línea y en ella se han mantenido.
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